miércoles, 30 de septiembre de 2015

Apuesta.

BY Unknown IN , , , , No comments

Todas las cosas acaban igual. 
Es un ciclo. 
El agua que fluye que se estanca eventualmente. 
Las lagrimas se secan. 
Las costras se pudren. 
Todo tiene el mismo final. 
La muerte es la tumba mas grande. 
Todo lo que ha pisado el mundo cabe ahí. 
Todo el amor y todo el llanto. 
Todos los sabios y todos los idiotas. 

El final de las cosas jamás ha de pesar mas que su flujo. 
Nunca pesa una ola (el final del mar)
mas que todo el océano 
y nunca pesan más mil litros de llanto 
que un beso. 

Las cosas que hacen latir al corazón no pesan. 
La sístole es más ligera que una pluma, 
la diástole es apenas una caricia. 
¿Que importa que el corazón 
se seque un día y se apague? 
Basta latir una vez 
para que cualquier cosa este viva. 
Basta una sonrisa de tu boca, 
un abrazo 
aunque después todo se derrumbe 
y los escombros sean mas grandes que todos mis huesos.

Correré el riesgo de apostar el alma. 
Soy un adicto a las apuestas, 
a creer que un día ya no se pondrá el sol 
y que quizá la gente sonría mas de lo que sufre. 
Lo apuesto 
con una jota y un dos, 
con la muela de seis en la mano. 
Lo apuesto y no me importa ganar. 
Perder. 
Ese es el final de todas las cosas de este mundo. 
Perder en la apuesta contra el tiempo. 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Tierra natal

BY Unknown IN , , No comments

Envidio a la gente  
que nació con su corazón en su pecho, 
que conoce su tierra natal, 
que sabe de cierto el amor 
y que mira al reloj
sin sentir miedo. 

Que no teme viajar
por enamorarse de de la distancia.
Que sabe olvidar.
Yo tan lleno:
memorias, 
palabras en el cuello 
y tanta sangre  
que aun no derramo
 por no encontrar una herida, 
una daga, 
una caricia
lo bastante afilada 
para hacerme llorar. 

Envidio
a la gente que teme sufrir,
 que cuida sus rodillas de no ser raspadas, 
que se aleja de las cicatrices y los abismos. 

Yo tengo el alma de un viajante, 
de un vagabundo, 
de un gitano. 
Las ciudades
son de humo para mi tacto.
Mis manos son dos lagos, 
lo que toco
no me contiene
me evapora. 
Soy hijo de un ciclo 
donde todo se esta evaporando constantemente 
para poder llover.

Envidio a la gente que nació en su tierra natal,
que extraña su casa 
y sus amigos 
y su perro, 
que sabe lo que lo hace sufrir, 
que ve la llaga abierta en su pecho. 
Yo sangro
de una herida que no veo. 
Lloro por adelantado  
la partida del sitio donde no aún no llego.

Busco donde nacer, 
busco una tierra donde me puedan
dar a luz 
y donde pueda anclar el alma.
Soy forastero en todas las tierras.
Nací sin lengua materna 
ni patria 
ni sombra.
Robé el español de mis padres, 
el país lo robé de mis ancestros, 
la noche de mi ciudad. 

Soy un ladrón. 
Mis huesos los robé de la tierra
y mi piel la arranque de la corteza de un árbol. 
Mis sueños tampoco son míos. 
Los he ido formando
con visiones que veo dentro de otros ojos.
Mis hermanos
son el viento y la noche, 
fui adoptado por mi ciudad 
por no tener sitio de origen. 
Le robe las fronteras a otros países. 
Soy poblador de un país
que colinda 
con la sed, 
con la rabia, 
con el miedo. 

Yo soy de ningún sitio cardinal.
No soplo. 
No soy tornado 
ni tormenta 
pero juego a llover 
por que así calmo las sed
de tocar las cosas que amo. 

Tengo visa para el amor. 
soy su turista, 
error errante
de toda roca y toda ciudad. 
Busco donde nacer, 
donde llamar patria al llanto. 
Me estoy yendo. 
Me fui antes de empezar este poema
 y estos versos
son solo las huellas  
para llegar a mi nombre.

martes, 1 de septiembre de 2015

Besarnos todo el dia

BY Unknown IN , , , , No comments

Hay que vernos mañana
y besarnos todo el día.
Dejar que la saliva corra como las horas
que los sueños se desnuden
y la fe nos mire desde la ventana
antes de saltar.

Que las manos tiemblen pérdidas
en el bosque del cuerpo del otro
y las palabras
sean una parvada sobre nuestras largas lenguas.

Hay que besarnos
como dos desconocidos,
como los extraños que somos,
los sin nombres
que se miran de reojo y se coquetean,
como se besan los que pecan
o los que ebrios y ciegos
se entregan sin preguntar nombres
ni edades
ni dirección
ni teléfono
ni signo zodiacal
ni número de cicatrices
ni profesión
ni poeta favorito
ni la última vez que sintieron ganas de matar a alguien.

Besarnos largamente
hasta que los labios se hinchen
y el tacto arda.
Incendiemos la casa,
pintemos con humo nuestros ojos
y sin mirarnos
demos una caminata por mi habitación encendida
pisando el fuego
y tomados de la mano,
que cada esquina sea una hoguera
y la cama el altar del dios sol
que mira enrojecido
las hermosas cenizas que hacemos con nuestro amor.

Hagamos el amor
como si supiéramos armarlo.
Como si tuviéramos el instructivo
o todas sus piezas
o suficientes cicatrices
o sed de este mar rancio
que somos juntos.

Hay que besarnos
como si lanzáramos una moneda al aire,
como un acto de fe,
como una muestra de rebeldía,
como una declaración de odio
contra el mundo que no se detiene a ver lo bello de nuestros besos.


Hay que vernos mañana
y besarnos
o vernos a los ojos
o cantar juntos
o mirar una película
o llorar sin tocarnos
por lo frágil de nuestros dedos
o cantar rondas
o jugar a que sabemos besar por gusto
y no por miedo.