Dime un poema.
Uno que cambie al mundo
uno que haga que las ciudades se vuelvan
manantiales
y que los ríos bailen entre nosotros.
Uno que de sed
de las cosas que no pueden beberse
uno que de hambre
que el poema sea un alimento
que nos deje hambrientos
que sea una pregunta
una herida abierta
una mirada de alguien sin ojos
un beso tierno de tanta lujuria
una caricia llena de odio
una tormenta.
Dime un poema
que demuela las distancias.
Di con un poema todos nuestros nombres
dime hermano
y luego apuñálame
lánzame sin piedad
tu poema más afilado
el que tenga más espinas.
Di mi nombre
di el nombre al que renuncie hace mucho
el nombre que tenía antes de nacer.
Dime que la vida no tiene sentido
que no importa cuántos poemas se hagan.
Háblame de la fe
de los sueños que hemos perdido
De los sueños que he enterrado
háblame de ti
dime todo lo que te duele
para llorarlo contigo
para llorar en tus dolores
lo que yo no puedo llorar
lo que no alcanzó por estar tan adentro.
Hagamos los poemas
a oscuras
con el tacto ardiendo
y con más gemidos que palabras.
Dime un poema
que me siga a casa
y se acurruque entre mis piernas.
Dime un poema
uno de verdad
y no de esos que salen en libros
o revistas.
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