Dime un poema.
Uno que cambie al mundo
uno que haga que las ciudades se vuelvan
manantiales
y que los ríos bailen entre nosotros.
Uno que de sed
de las cosas que no pueden beberse
uno que de hambre
que el poema sea un alimento
que nos deje hambrientos
que sea una pregunta
una herida abierta
una mirada de alguien sin ojos
un beso tierno de tanta lujuria
una caricia llena de odio
una tormenta.
Dime un poema
que demuela...