A veces
tengo que elegir entre dormir
o salir a beber con mis amigos.
A veces
cancelo planes
sin motivo alguno
para quedarme viendo el techo
en mi alcoba.
El tiempo es la excusa recurrente.
Sonrío
y digo algo sobre cómo pasan tan rápido las horas,
de cómo el camión va tarde,
de cómo hoy ya no, pero mañana si
sin falta,
digo algo sobre las horas
que tenia milimétricamente medidas
pero ahora son polvo sobre mis manos.
Elijo entre
llorar bajo las sabanas media hora mas
o llegar a tiempo al trabajo,
entre desayunar
o bañarme,
entre escribir un poema
o hacer algo de provecho
como pagar algún recibo
o hacer las compras.
No alcanza el día
y a veces
miento
para ganar unos minutos a solas
en el baño.
No alcanza el día
y ya es mañana
de nuevo
y hago planes que no se cumplen
con gente que no existe
y de nuevo es mañana
ponemos fechas imposibles
a promesas que sabemos falsas
y escribo en la agenda
que mañana es un mal día para morir:
estoy ocupado.
Todos los días es el aniversario
de un muerto
ya sin nombre
y quizá mañana sea el mío
pero no lo recuerdo
porque tengo otras cosas más importantes que hacer
como cortarme el cabello
ir al dentista
o dormir las horas que no dormí entre semana
Mis amigos me marcan desde un bar
y hablan sobre el alcohol
y mujeres hermosas
yo sueño con beber unos labios
besar unas cervezas
pero mañana hay trabajo
mañana me espera la alarma
y el cepillo
y la pasta de dientes
el café frio y quemado
y hay que saber administrar el tiempo
para seguir ganando dinero que no gastas
en planes que no cumples
por estar tan cansado
Hay alguien esperándome
en alguna parte
desde hace siglos
pero no he llegado.
Y aquí
siempre hay una silla vacía,
un plato extra de cena,
un lugar en el sillón
frente a una película muda
que nunca termino de ver
por quedarme dormido antes del final.
A veces
tengo que elegir entre dormir
o salir a beber con mis amigos.
A veces
cancelo planes
sin motivo alguno
para quedarme viendo el techo
en mi alcoba.