sábado, 13 de junio de 2015

Poema XVI

BY Unknown IN , No comments

(De la antología "Destino y memoria") 


Sitiados por los años,
rodeados
sobre una pequeña torre
en la última defensa contra el tiempo
están los recuerdos
tuyos y míos,
las horas
en que los versos volaban como cometas
de tu boca a la mía,
las horas que sembraron una flor
con millones de espinas.

Memoria es el pantano más negro
con las flores más hermosas,
memoria es un verdugo
con un hacha incrustada de gemas,
la guillotina
que corta la cabeza
con una suave caricia.


Memoria muerde el músculo
hasta demolerlo,
Memoria es un arma,
enorme
como el tiempo,
con brillantes armaduras
y con las lanzas más bellas.


De todas,
las espadas más mortales
son las que se aman.
Fueron arrancados mis recuerdos de los puños
para afilarlos,
para ser usados
como las flechas que silban sobre mi cabeza.


Tiempo y sus soldados
nunca hiere igual
que los hermosos filos de la memoria.
Incluso la sangre derramada,
las cicatrices son más bellas
si son hechas por una memoria que se ama.

Se ama, pues, con miedo
pero se amó siempre.
Amo
sabiendo que hacer el amor
es mostrarle al enemigo
las partes blandas de la propia armadura,
que Destino y Memoria
esperan
al filo de la puerta
escuchando
los secretos más dulces
para volverlos armas de asedio.


Pero vi venir hace mucho
la emboscada en que ahora caigo.
Las sombras que me persiguen
son los besos que gustosamente
he dado;
lo que amo es mi peor enemigo
y me persigue.
Es al mismo tiempo lo que condena,
el condenador
y el condenado.
Es todo lo que duele
y lo único que sana.


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