sábado, 27 de junio de 2015

Coquetear por asfixia.

BY Unknown No comments

Coquetear por deporte,
por mero juego.
Bajar un par de estrellas para las niñas ciegas,
decirle poemas a las aves que migran,
pintar murales sin color ni forma,
coquetear simplemente por aburrimiento,
por intento,
por necesidad,
por naturaleza,
coquetear porque para eso se ha hecho el hombre,
para regar semillas de amor por el mundo
y que den flores de solo una noche.

No coquetear por sexo nunca,
solo fluir como una hoja
por las mujeres de viento,
ser soplado como diente de león,
usar algún adorno,
una corona,
un collar de perlas negras
 que digan que eres el guerrero más fuerte de la manada,
 el más valiente
 por desollar con tus manos ingenuas palomas,
 tener el rostro manchado de sangre
y sentirte orgulloso de todo lo que has hecho morir de hemorragias.

Coquetear por deporte,
por tener miedo de que se caiga el pelo del cráneo
o de que un día los músculos ya no aprieten la carne contra el hueso,
temer no encontrar al futuro
y no saber dónde se encuentra
 pero que esté por todo lados asfixiándonos.

Coquetear por asfixia.
El miedo es el tiempo asfixiándonos.
El miedo es la luna viendo el amanecer inminente,
los amantes que saben sus nombres
y el tamaño de sus cicatrices.
El miedo es conocer plenamente al otro
y saber donde va a fallar,
que día,
a que hora,
cuantos huesos va a romperte
y el tamaño del cráter tras su impacto.

Coquetear para probar lo valientes que somos,
lo grandes que son nuestras garras,
coquetearle al sol
 para hacer eclipses
hasta que se nos quemen las manos
y mostrar,
orgullosos,
nuestras llagas ante el pueblo.

Coquetear por deporte,
por mero juego,
por que estar rodeado de mil hembras hermosas

es la forma más bella de estar solo.

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